Lavado a mano o a máquina: El lino puede lavarse a mano o en máquina en un ciclo suave con agua fría. Recomendamos usar un detergente suave para preservar la fibra y el color del tejido.
Separación de colores: Como con cualquier tejido fino, lava tu mantelería de lino separadamente o con colores similares para evitar la transferencia de color.
Secado al aire: Para preservar la calidad del lino, recomendamos secar al aire libre, evitando la exposición directa al sol para mantener los colores vivos. Si usas secadora, elige un ciclo bajo para evitar el encogimiento.
Planchar en húmedo: El lino se plancha mejor cuando está ligeramente húmedo. Usa un ajuste de calor alto y plancha del reverso para proteger los bordados y detalles. Si el mantel está seco, rociar ligeramente con agua facilitará el planchado.
Guarda con cuidado: Para evitar arrugas persistentes, enrolla tu mantelería de lino o cuélgala en lugar de doblarla. Si debes doblarla, trata de cambiar los dobleces de vez en cuando.
Actúa rápido: En caso de derrames, trata la mancha lo más rápido posible. El lino resiste bien las manchas, pero como con cualquier tejido, el tratamiento inmediato puede prevenir manchas permanentes.
Métodos suaves: Utiliza productos específicos para el tratamiento de manchas o soluciones caseras suaves como bicarbonato de sodio y agua para tratar áreas afectadas sin dañar el tejido.
Cuidado con los productos químicos: Evita el uso de blanqueadores y productos químicos fuertes que puedan dañar las fibras naturales del lino.
Consulta a profesionales: Para manchas difíciles o mantenimiento general, considera la limpieza profesional, especialmente para piezas bordadas y personalizadas.
Share:
Tendencias en Decoración de Mesa para 2025 · El Renacimiento del Lino Bordado
Cómo vestir tu mesa como en un hotel boutique